Mientras que en otras naciones de Arcania el culto a los antiguos dioses keltoi se ha visto relegado a las zonas rurales, en Bravoura la devoción a estos númenes se mantiene fuerte y tras los nobles son los druidas el grupo con más influencia y poder en la región.
Bravoura es una tierra indómita, como los propios brávaros. Tras siglos de duras campañas, el antiguo Imperio Palatino fue el que más cerca estuvo de domar a estas gentes pero cuando se colapsó, fruto de su propia decadencia y corrupción, los brávaros no tardaron en retomar lo que era suyo.
«Los lobos pueden convertirse en perros, pero algunos lobos siempre serán lobos» es el lema que recitan algunos brávaros con orgullo al referirse a su historia.